UN EXODO CON APODOS (2)

(Lectura: 3 minutos y medio)

El Todopoderoso buscó a quién dirigiera el éxodo de los israelitas para volver a su tierra y pensó en Moisés para esa tareíta como tan jarta pero importante. Como por telepatía que llaman hoy, Moisés escuchó una voz ordenándole unas cantidades de cosas. Moisés le dijo a Dios que eso era muy difícil para él y que le iba a quedar muy deparríba, pues ya tenía 80 años y además era gago o tartamudo. Dios, para demostrarle que estaba con él, le hizo tirar el bastón al suelo y se lo convirtió en culebra, pero al agarrarla de la cola, se le volvió otra vez palo. Pa´ convencerlo más, Moisés se puso la mano en el pecho y la sacó llena de llagas; al volverla a poner, la sacaba pero sanitica. Con estas demostraciones, y viendo que estaba bien apadrinado, Moisés aceptó sacar a Israel de Egipto; pero no sabía  que vendrían Los Dolorosos y el Llantofijo; porque a pesar de venir de Dios, las cosas no serían fáciles.

Bien aprovisionados saldrían con: Empanadas, Jaleas, Quesitos, Huevos Tibios, Manteca, Guasquilas y Bolos de vitoria, etc.; además, llevarían medicinas como Pectoral, Pipelón y Lactocalcio.

A algunos de los seiscientos mil que partieron, ya les estaban saliendo Candelillas en los dedos, pero lo mantenían en Reserva, para no crear alarma

.Al cabo de 3 días de marcha, el calor hizo que se pusiera la Carne Rancia y aun así, la frieron en un Sartén y toda fue introducida bajo las Narices.
Llegaron a Elím, donde había doce manantiales y se saciaron de agua, aunque  los más Platudos tomaron Moresco.

Pronto tuvieron que seguir. A donde tenían que llegar, demoraban dos meses y medio y nos podemos imaginar su peregrinaje:

Iba gente de todas las condiciones y oficios: Relojeros, Politías, Marqueteros, Zapateros, Cocineras, Tomateros, Vírgenes, Muelones, Brujas, Moraos, Negros y muchos más.

A  mitad de camino, ya la gente estaba con Caresueño y viendo los famosos  espejismos del desierto, pues las partes corporales de los demás, las veían desubicadas y confundidas con otros objetos. Por ejemplo, a Julio César le veían la Pate’perro; a Julia: la Cole’rata; a Piedad: la Pate’lengua; a Rigoberto: Careaguacate y a otros, Carechiche, Caregato, Carelápida, Pate Catre etc. Parece ser que la fijación más notoria era la cara, pues, aunque había muchachas muy Senonas, no era mucho lo que se fijaban en ellas. No obstante eso y el intento de asonadao o rebelión  que se les presentó, Moisés y Aarón lograron seguir con su gente a otro paso de su destino.

Dios se compadeció del hambre y la sed de la muchedumbre, pues ya estaban comiendo hasta Tortas de Cal y Ratones. Así, pues, les mandó por las mañanas, maná y por las tardes, carne de codorniz; pero, con la condición de solo recoger lo necesario. Pero, como no ha de faltar los acaparadores, muchos recogieron hasta para vender en la plaza el domingo; pero, al otro día, estaba todo podrido y lo botaban, dejando unos Regueros y unas Gusaneras miedosos por todas partes.

A los 3 días, en el Oasis del Refidim, los agarró la sed más berrionda y se volvieron a embejucar con sus líderes; pero Dios ordenó a Moisés que golpeara una vececita una piedra  con su vara   e inmediatamente salió mucha agua, la que recogieron en Galones y Canecas, para luego hacer Frescos.

Ahí los Amalecitas les declararon la guerra y para enfrentarse, tuvieron que quitarse los Tacones con Tachuelas y Carramplones, las correas y demás cosas que estorbaran.

Estando en la batalla, Moisés alzaba la mano y comenzaban a ganar, y cuando la bajaba, perdían misteriosamente; así pues, un guerrero muy avispado, le puso una piedra debajo del sobaco, para que no la bajara, entonces, a partir de ahí ganaron la batalla.

Al tercer mes de salir de Egipto, llegaron al Sinaí. Dios les dictó unas leyes de convivencia ciudadana y de piedad. Para sellar el pacto, subió Moisés a la colina, donde estuvo Cuarrenta días con sus noches.

Abajo quedó el pueblo, al mando de Aarón, pero éste como que se torció, porque autorizó unas orgias lo más de chirriadas:

Eso comenzaron a mover el Esqueleto, a pegarse tamañas Trabas con Puchos de Carnabis sativa; salían mujeres con Cholitos en el cabello, en Tangas y sin Polleras, con la Bocanegra de hablar vulgaridades. Los hombres estaban Culecos de la dicha y de Ñapa, rascaos, borrachos o ebrios.

Con las Candongas y demás Alhajas que tenían, hicieron un toro o Becerro de oro al que comenzaron a alabar. Pero, Dios se dio cuenta de ello y les pegó un jalón de Orejas tan verraco, que todos, hasta los flacos, comenzaron a llorar Lágrimas Gordas.

Después de éste desliz, se pusieron muy  juiciosos: con guaduas de muchos Cañutos  hicieron un Santuario a Dios, tocaron la Lira, rezaron Oración y con Chamizos prendieron una fogata, la cual, de tanto soplarle, coloreaba los Cachetes de los aprendices, quedando ellos muy Graciosos.

Sacrificaron un Novillo Gordo, el cual ofrecieron a Dios, para que los perdonara y siguiera guiándolos en su largo trajinar por el desierto.

plagas: sangre, ranas, mosquitos, tábanos, peste en ganado, llagas, granizo, langosta oscuridad, muerte a primogénitos (humanos y animales). 

Glosario:

– Mieludito: Dulce.

-De parriba: Muy difícil.

-Más berrionda: Espantosa, insoportable.

 -Se torció: Se salió del libreto, desobedeció las órdenes.

-Chirriadas: Muy divertidas

-Mover el esqueleto: Bailar desenfrenadamente en este caso.

-Cholitos: Montoncitos de cabello amarrados como en la  Chilindrina: Por afinidad,   dicha banda elástica,  también es denominada cholito. 

-Traba. Estado de hilaridad por causa de algún alucinógeno.

José Carlos

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Acumular durante años en su memoria historias, consejas, anécdotas, dichos y apodos para luego contarlas en un lenguaje sencillo, amable y humorístico fue una tarea que se impuso José Carlos Tamayo Giraldo hace más de 25 años para acrecentar el amor de sus paisanos hacia su pueblo, Granada.