
¡Qué piedra tan verraca!
Hola; soy una piedra que el autor encontró yendo para la vereda Galilea en Granada y voy a pensar y juzgar como uno de esos humanos que hace tiempos andan por esta tierra. Como me humanicé, voy a comenzar por los chismes que tanto gustan a algunos (pero no a ustedes):
Les cuento pues, que no soy como las famosas vecinas Piedra del Peñol fundada y construida hace cerca de 90 millones de años, por la tardecita, la que es una roca de 220 metros de altura a la que se puede subir por 649 escalones para apreciar una panorámica del embalse de El Peñol. Tampoco soy como la de El Marial que está antes de llegar a la cabecera de El Peñol y sobre su base se asienta el templo de La Divina Pastora.
¡Ya quisiera yo ser como la de El Tabor que es el nombre de esta piedra que se ve pero cerquitica del parque de San Carlos Antioquia; aunque siempre está como lejitos: a una hora del casco urbano, porque la subidita es como muy deparríba.
Si yo fuera ella, mi altura sobrepasaría los 130 metros y desde mi cima no solo divisarían al municipio de San Carlos, llamado “La Costica Dulce del Oriente Antioqueño”, sino que alcanzarían a ver también el valle del río Magdalena y las poblaciones de Puerto Triunfo, Puerto Berrío y Puerto Nare. Qué vacano sería, pero estoy muy chiquita y nada que crezco. Ya se quedó así, mijita, me dijo mi papá.
Tampoco soy de esas con las que construyeron el frontis de la iglesia de Argelia, Antioquia; ni una donde los indígenas dejaron unos grafitis, que, como los de ahora, solo los pueden descifrar quienes los tallaron.
Les cuento que, no sé cómo, pero soy descendiente directa de la piedra con la que David, tan jovencito, desnutrido y todo mandó al piso a Goliat, el gigante mala gente que se creía la vaca que más hierba tapaba con su deposición.
Como verán, soy una piedra sencillita; de esas que no hacen nada; ¡pero, cuando me sacan la piedra, ahí sí me vuelvo es pero una roca, parce!
Y es que me da eso: mucha piedra, cuando todos los humanos buscan dizque piedras preciosas; esas pendejas estrato 6 que ni luz propia tienen sino que la reflejan y en la oscuridad son idénticas a nosotras; o sea que no sirven más que para cultivar el orgullo y la vanidad de la gente mostrona, pero no más. O ¿cuándo han visto un piso, una plancha o un patio construido con rubíes, amatistas, topacios o diamantes? En cambio, nosotras, las estrato cero, sí estamos dispuestas a que nos pisen, nos trituren, y nos mezclen para edificar casas, colegios, seminarios y hasta altares donde colocaban una piedra de Ara, que era una pieza de piedra natural consagrada por un obispo y que se colocaba sobre el altar cuando no estaba todo consagrado. Era lo suficientemente grande para sostener el cáliz y la Sagrada Hostia.
En la casa de Chepe, el que me encontró, vi unas piedras lo más de raras, labradas como bateas y era donde amasaban el maíz para hacer las arepas y bollos y afuera, en el solar, otras para darle golpes a la ropa que estaban lavando, antes de que inventaran las lavadoras Centrales, que las dejaron sin trabajo y por eso se están llenando de lama o mogo y hasta cebolla sembraron en ellas.
También vi que cogió un cuchillo y comenzó a tallarlo en una prima mía toda lisa que sirve para eso: para amolar herramientas y sacarles filo.
Ahí viene el autor sin zapatos y como no me puedo mover ni gritar, es seguro que se va a dar contra mí en el dedo gordo. ¡Ahí se dio! ¡Qué pecao!
Ahora, mientras deja de brincar, les sigo contando que hemos sido famosas hasta en el cine y la televisión con personajes como Pedro Picapiedra y Pablo Mármol que viven en la época en que nos usaban hasta para herramientas y apenas estaban comenzando a ver lo buenas que éramos y por eso iniciaron la explotación de las canteras, en cuyos huecos vivieron los primeros que se aventuraron a sacarnos de la tierra.
En las Sagradas Escrituras, la piedra tiene presencia como La Piedra Angular que en arquitectura, se refiere a la piedra colocada en la esquina y sobre la cual se alinean las demás. En un arco, la Angular es la piedra en forma de cuña que se coloca arriba del vértice y que distribuye el peso y la presión asegurando la estabilidad de éste.
Además, Jesús a su discípulo Simón lo llamó Pedro, porque debía de ser como una piedra pa cumplir su misión. Los Mandamientos también fueron dados en piedras planitas como lajas.
También en la literatura universal, muchas de mis primas, las piedras, están presentes; por ejemplo en la Odisea y, el Mito de Sísifo; en El Fausto y en la Divina Comedia tienen un papel fundamental en el escenario de cada una de esas famosas obras.
Mi abuela nos contaba que, por allá debajo de las ruinas del Templo de Jerusalén, desde hace dos mil años hay una piedra como sonriente, que porque no tuvo que cumplir la misión de ayudar a matar a la mujer adúltera; que porque Jesús les dijo a los que la iban a lapidar, que “El que esté libre de pecado, tire la primera piedra” y ella, que ya iba a ser lanzada por uno de los más viejitos, fue soltada a la vera del camino, porque ese cucho tenía más pecados que ni pa qué.
Mi dueño se puso a escuchar musiquita mientras se curaba con alcohol el dedo aporriao y, casualmente, escuché que Vicente Fernández, parece que desde una lomita, cantaba lo más de vacano que “una piedra del camino me enseñó que mi destino era rodar y rodar”.
Cambió Chepe de emisora y en la otra estaba Cuco Sánchez cantando que “De piedra ha de ser la cama, de piedra la cabecera; la mujer que a mí me quiera, me ha de querer de a de veras…” Qué tipo tan pobre y llevao; que se venga pa Granada y don Abelardo Motolo le busca una estera o petate pa que esté más cómoda su masoquista mujer, (si es que la pudo conseguir).
De todas maneras, aquí estoy en la casa, atrancando la puerta de la calle, porque pa eso fue que me recogió, ya que el caracol gigante en el que hasta las olas del mar se escuchaban, un día de agosto, sus vientos cerraron violentamente la puerta y lo tiró a la calle de donde desapareció como por encanto.
En cuanto a Chepe, ya está mejorcito del dedo gordo y parece que no va a tener que ir al hospital; pero por ahí le veo el dedo hinchao con una tirita blanca en forma moño que su mujer le hizo porque ahí es donde siempre se da el pobre: en el dedito aporriao.
Ñapita: ¿Qué le dice una piedra a otra? ¡La vida es muy dura, amiga!
Glosario:
-Tan Verraca: Tan guapa, tan valiente. También se refiere a brava, grande.
-Deparríba: Empinada, cuesta arriba.
-Desnutrido: Flaco, sin fuerzas por falta de vitaminas.
-Me da mucha piedra: Me da mucha rabia, impotencia.
-Parce: Amigo.
-Mostrona: Aparentona, que le gusta mostrarse o exhibirse para descrestar.
-Bateas: Pieza de madera o piedra labrada en el centro, como un cuenco.
-Arepas: Tortas de maíz asadas.
-Lama o Mogo: Moho.
-Cucho: Viejo
-Que ni pa qué: Que no hay cómo explicarlo. Ni pa qué le digo.
-Aporriao: Aporreado, lesionado.
-Llevao: Pobre, enfermo; sin solución.
-Hinchao; Hinchado, inflado, gordo.
Medellín, 5 de enero de 2025

José Carlos
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Acumular durante años en su memoria historias, consejas, anécdotas, dichos y apodos para luego contarlas en un lenguaje sencillo, amable y humorístico fue una tarea que se impuso José Carlos Tamayo Giraldo hace más de 25 años para acrecentar el amor de sus paisanos hacia su pueblo, Granada.