…En la esquina de Bolívar con la Variante, vivía un señor con características muy especiales: don IGNACIO YEPES; hombre tullido, calvo y bonachón, que, sin moverse de su cama era un todero: relojero, zapatero, fabricante de maquines y, uno de los pocos, junto con Felipito Quintero, que vendía jabón de máquina menudiao…

La Variante (*) y sus inicios
Era una noche fría y estrellada de 1966. La camioneta de don Arturo Quintero avanzaba pesadamente por el sector del cementerio, trayendo en su interior, entre otras personas, a Amadorcito García y Florencio Salazar, quienes, en el viaje de cuatro horas desde Medellín por Santa Elena, habían rezado tantos salterios y oraciones, que ya, de tanto repetirlas, se convertían en un sonsonete.
Llegó la camioneta al monumento de Cristo Rey, pasó por el frente de la casa de Domingo Montoya (fontanero), donde escribieron en letras góticas, la frase “VIVA CRISTO REY”.
Siguió, casi galopando, su camino y encontró una de las únicas casas de plancha que había en la época: la de Ana Rivas, que se miraba con la construida por Pastorcito Zora debajo de la cual había un aserradero de madera.
Se aventuró por la polvorienta calle, pasando por un lado de la Bomba de gasolina de un señor Yepes (3) y de la Normal La Asunción (1) ; llegó a la esquina de don Jaime Rivera y bajó por la calle Boyacá hacia la plaza, donde descendió su carga humana y de mercadería. Allí la muchachada se ofreció a llevar las maletas y bultos a las casas o negocios.
Si hubiese querido seguir hacia San Carlos o intermedias, debió subir luego por la calle Bolívar (la de las Cooperativas), hasta la casa donde vive don Carlos Yepes, hoy “El Desquite” (2) y cruzar por la calle de don Benjamín Castaño y Eduardo Giraldo Chuspas, hasta llegar a la Normal LA INMACULADA, (4) de las hermanas Franciscanas.
Pero volvamos un poco atrás…
Antes de la Variante, la avenida Colón llegaba sólo hasta la casa del comerciante de maderas don Jaime Rivera (hoy Granero EL TIGRE); el carro se topaba de frente con la casa de BENILDITA (vendedora de leche, panelitas de coco y otras delicias). Esta casa fue derrumbada y con su solar y otros aledaños, se unió entonces, la esquina de don Jaime Rivera, con la de Ignacio Yepes (actualmente el Supermercado de Jorge Urrea).
En la esquina que se formó con la calle Boyacá, el Profesor Javier Hoyos S, construyó su casa y una heladería (La Piragua), donde, a no dudarlo, Granada descubrió y comenzó a gustar de la música de Rodolfo Aicardi.
Las casas fueron dando la cara ante la nueva calle. Allí construyeron o vivieron, entre otros: don Kico Aristizábal, Francisco Yepes y el precitado don Javier, su yerno. En la esquina de Bolívar con la Variante,(5) vivía un señor con características muy especiales: don IGNACIO YEPES; hombre tullido, calvo y bonachón, que, sin moverse de su cama era un todero que le hacía a todo: relojero, zapatero, fabricante de maquines y, uno de los pocos, junto con Felipito Quintero, que vendía jabón de máquina menudiao que era cortado con una guillotina de zuncho. Bajo su altísima cama mantenía tres o cuatro trampas para ratones, las cuales siempre, con un palito, hacíamos disparar nosotros, los muchachos de entonces y no los roedores.
Ahora creo que él las colocaba justamente para nosotros, ya que sabíamos de su impedimento; pero, como Dios no desampara a nadie, don Ignacio tenía, a cambio de sus pies, una señora de tan malas pulgas (Jesusita), que se mantenía ronroneando como un gato. A ella y a Otilia, sí le teníamos mucho respeto.
Adquirió La Variante, un ritmo que se acrecienta a diario:
-En una “muela” o porción irregular quedó un espacio en forma de punta de lanza, que ocupó por muchísimo tiempo Jaime Urrea, alternando la venta de víveres, con la reparación de relojes de cuerda y radios. Hoy queda allí “El Triángulo”.
-La heladería “Donald”, montada por el profesor Floro Parra.
-La Telaraña, fundada por el anterior, en asocio del también profesor Roberto Zuluaga Hoyos (Siempre se movían mucho estos maestros… ¡ya van tres!).
-Los Parras, Hermanos de Floro, también tuvieron su cafetería: La París.
-Florencio, junto con su sobrino Héctor Gómez Salazar, se subieron pa la Variante.
-Don José Luis Giraldo (Patillas), montó La Familiar.
-Gilberto Zuluaga Martínez, puso la Heladería Venus.
-Y por supuesto, Augusto Urrea (Pollo), entabló la inolvidable LA JUNIN, antes
inaugurada sin mucho éxito como una carpintería.
Aunque de seguro muchas personas se pierden de mi memoria, relaciono solo algunas muy conocidas en su momento.
Han vivido en ésta arteria vial, entre otras, las siguientes familias:
Santiago Zuluaga (Alhajas), Adán Hoyos, Francisca Montes, Carmen Rosa (Maturra), los Cariñosos, Tulio Pérez (Padres, hermanos e hijos). A don Tulio, un accidente le dañó un pie del cual nunca se recuperó, pero que no le afectó su jovialidad con los clientes que disfrutaban de su amena charla.
No cabe duda pues, que, por La Variante hace ya muchos años transita la historia (y la histeria) de Granada.
Glosario:
-Camioneta: Carro escalera relativamente pequeño.
-Fontanero: Persona especializada en la instalación, mantenimiento y reparación de las conducciones de agua y otros fluidos.
-Plancha: Terraza sobre una casa, con posibilidades de seguir construyendo hacia arriba.
-Tullido: Impedido para caminar y por ello, don Ignacio no se levantaba de su cama.
-Maquines: Parrillas elaboradas con alambre grueso para asar las arepas.
-Jabón de máquina: Jabón que venía en barras de 30 centímetros y que se recortaba de acuerdo al tamaño que lo necesitaran.
-Menudiao: Al menudeo, al detal.
-La Variante: La principal avenida de Granada.
Granada, Diciembre de l996
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Fue el Concejal Emilio Yepes Herrera (Emilito), el hijo de don Ramón. Después de esa “descasez que hubimos”, perdón, que hubieron, entre 1960 y 1962, Emilito (muy cansoncito con esa aclariadera cada serie de quince o veinte palabras, como si tuviera gripa. se obsesionó con lo de La Variante. Y eso fue de pura vergüenza, que hasta a mí, recién salido de El Cabezón, me daba cuando veíamos esos camiones, apenas medio grandecitos, bloquiaos en la esquina de Don Carlos Urrea, hasta cuando demolían parte de la acera. Lo cierto es que Emilito, afortunadamente, se obsesionó con lo de La Variante, durante varios períodos de Concejal (casi se vuelve vitalicio). Casi se vuelve monotemático. Y en medio de su aclariadera y de su obsesión, semanalmente pedía citas en la Secretaría de Obras de la Gobernación, a ver si contaba con ellos, antes de hacer aprobar el Acuerdo en el Concejo.
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Entonces adjuntale también esta versión emanada de la lapidaria lengua del Humilde Obrero, Hernán Benjumea: “A Emilito le aprobaron eso en la Gobernación fue pa quitárselo de encima, porque estaba muy cansón con sus visitas semanales y con su aclariadera”. (Aporte del economista Francisco Hoyos Hoyos, editor y codirector de la Revista Granada)
(3) El señor Yepes de la bomba se llamaba don Antonio Yepes, casado con una hermana de Leonorcita la esposa de don Vicente Quintero y padre de don Rodrigo Yepes, quien fue secretario de gobierno del alcalde Rodrigo Mejía.
(Aporte de Jaime Montoya García, nieto del Amadorcito referido en este artículo)
En el 2024: (1) Idem Granada. (2) Banco Agrario. (3) Mi Casita Alegre. (4) Casa de la Cultura. (5) Supermercado los Urrea.

José Carlos
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Acumular durante años en su memoria historias, consejas, anécdotas, dichos y apodos para luego contarlas en un lenguaje sencillo, amable y humorístico fue una tarea que se impuso José Carlos Tamayo Giraldo hace más de 25 años para acrecentar el amor de sus paisanos hacia su pueblo, Granada.