UNA ADULTA NIÑA

María es la delicia de chicos y grandes; la que soporta las pilatunas e injurias de varias generaciones de granadinos. Todos la conocen: cabello semi canoso y peinado a la mitad, por lo cual, cae desordenado a lado y lado de su cara, la que aún tiene facciones distinguidas detrás de su aspecto de trolona algo vieja.

Foto real en 1974
Foto de María en 1974. Meses antes de fallecer

MARIABOBA SALAZAR
UNA ADULTA NIÑA

María es la delicia de chicos y grandes; la que soporta las pilatunas e injurias de varias generaciones de granadinos. Todos la conocen: cabello semi canoso y peinado a la mitad, por lo cual, cae desordenado a lado y lado de su cara, la que aún tiene facciones distinguidas detrás de su aspecto de trolona algo vieja.

-Es idéntica al Padre Antonio (Gómez) y se ríe igualitico a él. -dicen.

La detallo más y veo que tiene las manos llenas de anillos de baja calidad: hasta tres en un solo dedo, a los cuales adora.

Es muy independiente. Le pregunté si tenía familiares aquí y me dijo:

-Tengo a mi hermana Julia, que vive en el campo; pero, una vez fui a visitarla y el esposo le dijo que había que poner a María a pelar biches; que no se podía mantener a la gente de balde, que porque el tiempo perdido lo cobra Dios. Entonces, me vine otra vez pa`l pueblo.

Es muy mansita o calmada cuando no la molestan; pero, si la ofenden, ¿Qué hace, usted, María?

-Les tiro una piedra, pero no puedo apuntarles-. Dice con desconcierto.

Y es cierto; porque corriendo detrás de los molestosos, se bambolea de un lado para otro, y pierde la puntería, de manera que casi siempre la pedrada se la gana un transeúnte inocente que atina a pasar por el lugar exacto a la hora exacta.

Y ¿Cuál es el insulto que más aborrece María?

¡Pues, el de Maríaboba!

Le insinué que se acordara de lo que les decía a los muchachos cuando la molestaban; y que se hiciera la brava para que me dijera las palabras que les gritaba. Después de mucho rogarle, arrancó a decir:

-Les digo que bobos, bobos; que marrana puñetera, les he dicho; y que no frieguen, que no me molesten; también les digo que pe’ídos y podridos.

Para y piensa unos segundos:

-¿Les habré dicho que Malparidos? ¡No; malparidos no les he dicho! Mejor les he dicho que… malparados.

María, la colegiala

Rato después del diálogo, la encuentro con un vestido imitando el uniforme del Idem de Granada de entonces: una falda azul oscura, de tablones y cargaderas; blusa blanca de manga larga. Y en, María, nada raro ver medias azules de diferentes largos y tonalidades; una de ellas subida hasta la rodilla y otra descolgada hasta media pierna.

-¿En qué año está estudiando, María? -Le pregunté interesado, ahora que me hablaba en un largo diálogo, algo que era muy difícil conseguir en un personaje de esas calidades.

-En primero y en quinto. -Me dijo.

Y así es: porque por las ventanas escucha un rato las clases de prehistoria de un curso inferior y al ratico ya está sentada dentro viendo el álgebra de Baldor, en un salón superior.

Trae cuadernos y la pongo a que me lea las tareas. Con tono de saber mucho, comienza, supuestamente para mí, pero no para ella, a leer:

-Zolofía. Golofía. Matemática, español, otra vez golofía.

María: cuatro actos en un solo día:

Es muy natural en Maríaboba, que un día a las seis de la mañana esté vestida de novia para asistir a un matrimonio; a las ocho se engalane de niña con vestido blanco, coronita y librito, para hacer la Primera Comunión; y que en la tarde, tenga puesto el uniforme de la escuela de niñas, con rayas azules y blancas, cuellito redondo y almidonado para que quede bien coposo; o el del colegio, para asistir a las clases por las ventanas; en donde lo que menos le importa es el escalafón, ni el curso que está haciendo.

Así, espontánea, una niña en cuerpo de mujer madura, con Grados que nunca recibió y matrimonios que jamás se consumaron en ella, murió al poco tiempo de esta entrevista (1975) y fue velado su cuerpo en plena Iglesia de abajo, como a un gran personaje. Tal era el aprecio que se le tenía a esta alma de Dios de nombre María y de casi apellido boba.

Granada, 3 de mayo de 2001

Notas:
-Pelar biches: pelar bananos verdes para cocinar.
-Primero y quinto: hoy serían los grados sexto y once de secundaria.

 

 

José Carlos

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Acumular durante años en su memoria historias, consejas, anécdotas, dichos y apodos para luego contarlas en un lenguaje sencillo, amable y humorístico fue una tarea que se impuso José Carlos Tamayo Giraldo hace más de 25 años para acrecentar el amor de sus paisanos hacia su pueblo, Granada.