MI ASUSTADO FANTASMA 

Hola; soy un fantasma o Ghost y voy a hablar con Chepe para desestresarme un poquito, en el Parque de la Vida de Granada:

-¡Qué hubo pues, Ghost! Te veo como muy alicaído hoy; muy distinto a tu estilo de fantasma chocarrero y juguetón.  ¿Qué te pasa pues? -Dijo Chepe.

-Hombre, Chepe, vení sentáte y yo me quedo en esta gramita porque estoy muy triste y me siento como pasado de moda; así como deben de estar mis vecinas las brujas y amigos brujos, las ánimas y hasta los duendes.

Imagináte que ya no nos tienen miedo ni rabia, siendo que durante muchos siglos fuimos protagonistas en palacios, templos, caminos, bosques, cementerios y casas abandonadas, que, a decir de la gente, eran nuestro hábitat; aunque también nos gustaban otros ambientes urbanos como los que te relató hace unos años, el doctor Francisco Luis Jiménez, Padre del Cooperativismo: ¿Te acordás de lo que dijo de nosotros, los fantasmas?”

-“¡…hace más de 100 años en Granada no teníamos nada qué hacer!  Pero de Granada hay mucho qué contar.  Existen muchas consejas y todas referentes a fantasías que se presentaban más que todo en la Granada vieja, cuando no teníamos luz. Cuando estaba pequeño hablaban mucho de un tal Bermúdez, gigante él y también de su caballo. De los difuntos que se aparecían a los vivos para pedirles que pagaran una deuda a su nombre o que enmendaran ciertos rasgos de sus vidas; esto es, cuando todavía estaban en el mundo.

-“No sé qué leyendas tenemos hoy; si existen algunas o han desaparecido todas, pero no podemos olvidar aquello de que el Padre Clemente convertía al diablo en un asno, para que el peón de estribo descansara de la jornada distante a pie, cabalgándolo en un animal sumiso para que llegara a tiempo al oficio religioso.”

-Vení te cuento, Ghost, sobre lo que he oído más recientemente, dijo Chepe: En los años 70 se hablaba de que choferes de los carros que traían madera desde San Luis, veían siempre un perro negro grande que pasaba la carretera por los lados del hoy centro recreativo Creafam y súbitamente desaparecía; de los duendes que en una casa arriba de la escuela de niños molestaban a las hijas del don Neftalí que fue alcalde de Granada.  Y, más recientemente, quizás producto del miedo por las muchas muertes violentas  en el Alto del Palmar durante la violencia del año 2000 en el Oriente, he escuchado decir que hay fenómenos raros con gente que se sube a los carros y sin bajarse, desaparecen. Es lo que he oído, Ghost, pero no he visto.

Tampoco olvidemos, Ghost, que, aunque no era cosa de “asustes” ni nada por el estilo, los conjuros del padre PedroNel Quintero o del padre Adancito funcionaban a distancia especialmente contra los ladrones y las plagas de gusanos y hormigas arrieras que asolaban las fincas.

Perdonáme Ghost que me alargue un poquito más; pero te cuento que inclusive había unos métodos que eran “benditos” pa espantar “espantos” y a brujas que se le subían a uno en el pecho y no lo dejaban mover ni respirar:

-Tirar arroz o maíz al suelo para que la bruja o duende lo recogiera grano a grano; mentarles o “arriarles” la madre; tener el Cinto de San Agustín, poner agujas con las puntas hacia afuera o unas tijeras abiertas y, algo también muy importante: dar tres peinillazos o machetazos al aire y no solo dos, porque con el número par renacían; todo eso lo hacían y entonces, bla, bla…

-“¡Este tipo habla más que un aparecido; ¡ya me tiene  pero jarto con tanta cháchara!” -Pensaba Ghost.

-Descansá un poquito y dejáme pues continuar, hombre Chepe, que me vas a dejar sin tema para contar. Me parece que vos confundís a las brujas con los duendes y a las ánimas con los fantasmas y no es así. En nuestro submundo, la bruja es generalmente una mujer que practica la brujería, tiene conocimientos de magia y hechizos, con el uso de hierbas y pociones. Suele tener la capacidad de volar en escobas, lanzar maldiciones y comunicarse con espíritus. Las ánimas son las almas de los muertos que no han encontrado descanso y permanecen en el mundo de los vivos. Un fantasma, o sea yo, soy la manifestación del espíritu de una persona fallecida, que aparece en el mundo de los vivos; más o menos como un ánima, pero no necesariamente en penas.

Ya veo que me parátes bolas a lo que te dije y te dejé pero mudo de espanto. 

Mejor invitáme a tu casa para ver qué fenómenos raros hay, porque por ahí están algunos fantasmas y brujitas todavía rondando en pleno siglo 21.

Listo, vamos para allá; pero dejá esa saludadera tuya a tantos personajes que yo no puedo ver. Ya me tenés pero hasta la coronilla con eso de: “Hola, Maléfica”; “Qué hay Endora”; “¿Qué hay de ti, estirges?”; “Qué más Casper “¿Te acordás de lo de Salem?”; “¿Qué hubo pues Llorona?” “Hola Hojarasquín.”  Vos, aunque estás dizque triste, sos más saludable que agua de malva.  

Así, charlando, llegaron a la puerta de la casa de Chepe.

¡Ésta inmediatamente se abrió como por encanto; las lámparas de la sala se encendieron y apagaron solas; los cajones de los escritorios se abrieron y cerraron ellos mismos; las persianas subieron y bajaron; el computador se puso a funcionar y el teclado comenzó a teclear, y de la nada, José José comenzó a cantar “El Triste”…!

El pobre Ghost se comía las uñas y tragaba saliva gruesa viendo todo eso que para él era magia en la casa; para Chepe eso era ya natural; pero el fantasma no salía de su asombro. 

Mientras ellos hablaban, sin verlos, una nieta y un nieto de Chepe estaban gritándole a un aparatico:

-“Alexa, abre la puerta exterior. Alexa, enciende las luces.  Alexa, apaga las luces. Alexa saca los cajones del escritorio. Alexa, entra los cajones. Alexa ponga la canción El Triste…”

Con una mano en el hombro (que casi no encuentra), Chepe le preguntó: 

-¿Y es que cuántos años tenés vos que te veo tan nervioso Ghost, como un jovencito inexperto?

Pues, lo último que recuerdo, cuando vivía, es que estaba peleando al lado de Miguel de Cervantes Saavedra en la batalla de Lepanto, donde quedó manco, por allá el 7 de octubre de 1571 por la mañana; tengo amigos que vivieron Antes de Cristo y otros de la Edad Media; pero, especialmente, unas fantasmitas   siguen muy conservadas y pispas. ¿Pero, qué tiene que ver mi juventud con lo que estamos hablando?

Es que, a vos, Ghost y a tus amigos los dejó rezagados la tecnología. Te cuento que eso que viste es casi nada; porque, además, hoy muchos carros y yates funcionan solos; los cohetes llegan a la luna sin tripulación; aviones vuelan con piloto automático, los hologramas de alta definición superan tus “apariciones”; los robots hacen mejor lo que deberían hacer los hombres; y lo impensable hace unos años: te podés ver cara a cara con quien estás hablando desde cualquier parte del mundo sin bola de cristal.

Ghost, el fantasma, no lo podía creer y por eso, achantado, entendió que los fantasmas, duendes y brujas se tendrían que reinventar o, literalmente, desaparecerían.

“Se nos acabó nuestro reinado y por eso, con lágrimas en mis ojitos, y el alma arrugadita, me les voy a des ….

No, Ghost; esperá que aún hay mucha gente que cree en tu existencia y la de tus amigos:  Mirá que algo que todavía subsiste es el oficio o devoción de El Animero, cuyo papel principal es pedir por las ánimas del purgatorio, rezando oraciones para que encuentren descanso eterno. Imagináte que, durante sus recorridos nocturnos en noviembre, mes de las ánimas, el animero va al cementerio a las 12 de la noche y (se supone) sale con las ánimas por las calles, reza por ellas y la gente del pueblo, cesa toda actividad mientras pasa y responde con oraciones y rezos. Luego, el animero tiene que devolverlas al cementerio de donde las sacó. Además, te cuento que, respecto a las brujas, no hay que creer en ellas, pero…

¿Ghost? ¿Dónde estás Ghost? ¡Ghossssssst…!

P.D. ¡Qué susto tan verraco! Soñé que estaba charlando con un fantasma. ¡Voy a tener que dejar de comer frisoles con coles, guasquilas, aguacate y chocolate con arepa antes de acostarme!

Medellín, 13 de febrero de 2025

….

José Carlos

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Acumular durante años en su memoria historias, consejas, anécdotas, dichos y apodos para luego contarlas en un lenguaje sencillo, amable y humorístico fue una tarea que se impuso José Carlos Tamayo Giraldo hace más de 25 años para acrecentar el amor de sus paisanos hacia su pueblo, Granada.