
ODILA SUÁREZ Y LA CASA DE LOS DOS CHUCHOS
(Lectura: 3 minutos)
Subo por las escalas de madera al segundo piso de la gran casa, en cuyo amplio corredor se ven cuadros y adornos de las más diversas calidades. Penetro al salón principal donde en unos muy bien cuidados muebles me siento a indagar a las hermanas de Odila (Inés y Florinda), quienes me cuentan ciertas cosas muy interesantes:
En esta casa, mandada a hacer por el músico y hombre cívico Ramón Eduardo Duque, vivieron al mismo tiempo dos Chuchos Suárez:
-El flaco: recordado por ser el electricista o el Sereno durante 35 años; cuando la luz la hacían en la vereda La Cascada; cuando tener un foco de 60 bujías era un delito por lo gastón de energía; cuando la luz la apagaba o la prendía desde cada esquina del pequeño poblado. Era además, el papá de ellas, de Odila y demás hermanos.
-El Gordo: cuñado del flaco; era el famoso, el sacristán, el platudo, el que cantaba en la iglesia con su hermana Bárbara; el solterón, el caritativo, el dueño de uno de los primeros televisores de Granada, donde veíamos a Simón Templar: El Santo y a Perdidos en el Espacio; el mandamás, el político.
Tanto le ardió la política, que con su propio dinero y algo que recogió, mandó a hacer a Barcelona España, un busto de mármol de Carrara, del conservador Mariano Ospina Pérez, el cual fue colocado al frente de la heladería Las Gardenias.
Me cuentan ellas de las penurias sufridas para poder ser importado, de las peleas afrontadas por Chucho el Gordo para poderlo inaugurar*, de la demanda que tuvo que hacerle a un opositor político, quien cierto día le untó grasa de carro al monumento, y fue condenado a un Treintazo y a limpiarlo; labor que le demoró nueve (9) largos días.
ODILA: LA PITONISA QUE SE EQUIVOCÓ DE ÉPOCA
“Creer o no creer, he ahí el dilema.” pero el personaje se hizo su historia en el pueblo. Mujer muy activa, fumadora de Pielroja, irreverente y adivinadora. Turistas y medio pueblo asistían a esa casa para que les aconsejara un futuro mejor.
Ella traía la esperanza o amargura a quien creía a pie juntillas en sus vaticinios. Ella, de la que casi todo el pueblo hablaba, se mantenía incólume. Pues, no distaba de muchos que consultaban en otros escenarios, qué “machetico” traer de contrabando, qué amores les esperaba, qué curación les vendría, qué tan platudos serían en el futuro.
Aunque pregonada, no cejó en su empeño: “es mi trabajo” decía y si había quién creyera, ahí estaría ella para ayudarlo a llevar la carga que humana y racionalmente no pudiera soportar el cliente.
Si Odila viviera hoy, cómo sería de distinto para ella el ser la adivinadora de pueblo, ya la llamarían Chamán o Gurú y sería consultada por presidentes, tendría su propio programa radio y de T.V., vendrían caravanas para indagarla, y hasta senadora sería. ¡Lo mismo se hace hoy en otros sitios!
¿REALIDAD O SUGESTIÓN?
Entre tanto, la liberada Odila, luego de varios años de su muerte sigue aún activa: Hay quienes dicen haberla visto asomada a uno de los cuatro florecidos balcones que dan a la calle; la han sentido caminar por la entablada casa; la han oído llamar a través de las puertas que a mitad de las tapias comunican las diferentes piezas de la edificación; han olido los perfumes y el humo del cigarrillo, tan característicos en ella; han sentido los golpecillos que le pega a las puertas. Es como si quisiera volver, para degustar la época actual, tan dada a lo desconocido, a lo inexplicable y de lo cual se aprovechan otros, muchos de ellos sí, charlatanes y oportunistas.
Y, como la Dolores de la copla en la canción Si vas a Calatayud, Odila tampoco se libró de las malas lenguas que dijeron muchas cosas de su vida intima; pero, contrario a la española, la calumnia no le avergonzó ni tuvo que levantarse del cieno, como debió haberlo hecho la Dolores de la copla.
* Por la época, no se permitía erigir monumentos a personas aún vivas y, Mariano lo estaba en su momento.
Glosario:
-Bujías: grados de potencia de un bombillo de electricidad alterna.
-Electricista o Sereno: Personaje que, con un gancho sobre una larga vara, desde cada esquina desactivaba los circuitos del alumbrado eléctrico urbano.
-Treintazo: Condena a 30 días de cárcel, muy utilizada por los alcaldes para controlar problemas de orden público.
-Las cartas, el tabaco, el Tarot: Métodos de adivinación o agüero.
-Machetico: Mercancía que está en su furor y se vende como pan caliente.
Granada abril de 1998

José Carlos
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