
…Levantáte pues, petacón; boten ligero la bacinilla; hoy les toca moler y asar las arepas a los hombres y barrer el patio, espulgar las coles y tender las camas, a las niñas; después de la última lambida del copete que no quiere dejarse peinar y otro salivazo para un remolino inmanejable en la cabeza; estoy ya listo para que me lleven a tomarme un retrato donde don Marcos Castaño… (Lectura: 4 minutos)
UN PONCHERAZO DEL ESCULTOR
(Lectura: 4 minutos)
…levantáte pues, petacón; boten ligero la bacinilla; hoy les toca moler y asar las arepas a los hombres y barrer el patio, espulgar las coles y tender las camas, a las niñas; después del Carlos… que le queden bien escogidos los frisoles cachetones; eh, Avemaría, qué demora pa un retrato; después de todas esas carreras, estoy ya levantado y bañado para que me lleven a tomarme un retrato donde don Marcos Castaño.
La camisita es blanca y está planchadita. Como el pantalón no va a quedar en la foto, pues, qué liase; puede estar arrugado.
Y ahora, la última lambida del copete, que no quiere dejarse peinar, otro salivazo para las dos coronas que hacen un remolino inmanejable en la cabeza; el último ¡ojo, que tiene parada la punta del cuello! ¡toda una odisea, para hacerse tomar un retrato!
Después de ello, ahora sí… vamos para donde don Marcos, un día de febrero de 1969.
Ahí está la puerta grandísima de dos alas en el gran paredón, al frente de Ernesto el Boticario Salazar, y diagonal a Ramoncito, al carbonero del pueblo.
Entro al solar, subo unas escalas de tierra pisada en el barranco; llego a la casa grande y vieja, con corredores que antes, se nota, fueron empedrados.
Ahí, en el corredor, veo manos empezadas, estatuas blancas como de cal fraguándose al sol; caras labradas en madera; el cuerpo de un santo mostrando su desnudez de palo y como en trance; trozos de madera con simulacros del Cristo en agonía. En una pieza, tapados con lienzos negros, como espantos del más allá, hay estatuas para restaurar o remendar.
De pronto, de una de las piezas sale un aparato de tres patas, traído por don Marcos Castaño: Hombre alto, con bigote recortadito al estilo Charlot y muy serio, que me hace sentar frente el aparato, para tomarme la foto para la matrícula.
Se pone don Marcos detrás de la cámara y mete sus manos dentro, semejando a un animal de cinco patas, con un solo ojo tapado. Seca pero amablemente, me dice:
-Suba la cumbambita
-No espabile.
-No respire
-Mire fijo
-No se mueva
-¡Que no respire, monito!
–Quietecito, para que no se dañe la foto.
Quita la tapa de la lente; espera, (yo también) diez interminables segundos; vuelve a tapar ceremoniosamente y ahora, a esperar.
Sigue don Marcos reblujando dentro del aparato, para mezclar químicos y magia de dibujar sin lápiz. Saca a raticos el papel; lo mira y vuelve a meterlo en la cámara, donde sus manos mezclan líquidos para realizar su trabajo.
¡No solo fotógrafo; también escultor!
Para mí, niño aún, es imposible creer que ahí, tapado y mezclando sueños está un artista, un autodidacta, un escultor: Está don Marcos Castaño.
Está el hacedor del san Pascual Bailón, del san Isidro Labrador, del Ángel de la Guarda de Granada; de un Cristo del Descendimiento y un Resucitado de Venezuela y de dos resucitados más del departamento de Caldas (uno de ellos en la Cuchilla del Salado). Está el fabricante de muchos de los judíos de la semana santa granadina y sanluiseña. Ese es el escultor de la Virgen del Carmen del municipio de San Roque, del san Juan de Guatapé y del san Antonio de El Santuario, Antioquia.
Ahí está, así mismo, el restaurador del Resucitado de Granada y de muchas imágenes de pueblos del Norte y Nordeste antioqueño; está, en fin, el fabricante de muchísimas obras del más claro gusto religioso que él nunca firmó.
Sigo esperando en el corredor.
Huele a cacao y a arepa de mote. Desde ahí escucho la música de Los Coros Cantares de Colombia y de Garzón y Collazos; mientras en la ponchera de aluminio Imusa, flota el papel blanco, donde aparecerá la foto o retrato mío.
Poco a poco se notan los contornos fantasmales; el papel se va oscureciendo por partes y, ahí estoy yo, en blanco y negro.
No soy como me esperaba; porque el copete, a pesar del salivazo de mi mamá, siempre me quedó parado; el cuello de la camisa se me dobló; quedé carilimeñito, con mirada como perdidita, y algo cumbamboncito.
Idéntico a un angelito, según mi mamá. ¡Tan querida ella, pero así nos ve la mamá, a nosotros los feítos: bellos y graciosos!
Después de un hasta luego y un mi Dios le pague, nos despedimos del más grande artista plástico de Granada de la época y, además, fotógrafo a quien le ayudaba a ratos su hija.
Ya lo que sigue, se supone: La matrícula en la secretaria del colegio donde mi papá, con todo el respeto se quita el sombrero; la entrada al Idem, primeros compañeros de secundaria, comparación de la foto con la de Orlando el Gordo, con la de Hernán Chulito o con la de Horacio Zuluaga el de La Quiebra. Desde ahí empezaba otra etapa más en la vida estudiantil en Granada.
Glosario:
-Poncherazo: Fotoagüita o minutera Estas fotos eran conocidas como fotos de 5 minutos o fotos de agüita pues era el tiempo que llevaba el proceso de revelado: ó, fotos de agüita pues se lavaban para quitarles el fijador, en una cubeta antes de entregarlas al cliente. Se denomina fotografía minutera a la producción fotográfica realizada de ocasión con una cámara de cajón que permite el revelado en pocos minutos en el mismo lugar.
-Bacinilla: Utensilio sanitario manual usado para las deposiciones. Mica
-Espulgar: Despulgar; buscar y quitar bichos, especialmente de la lechuga o las coles, en este caso.
-Lambida: Lamida.
-Mote: Maíz que se hierve con ceniza para quitarle la cáscara.
-Carilimeñito: Con la cara muy delgadita.
-Idem: Instituto Departamental de Enseñanza Media.
Granada, octubre de 1998-


José Carlos
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Acumular durante años en su memoria historias, consejas, anécdotas, dichos y apodos para luego contarlas en un lenguaje sencillo, amable y humorístico fue una tarea que se impuso José Carlos Tamayo Giraldo hace más de 25 años para acrecentar el amor de sus paisanos hacia su pueblo, Granada.